6 de noviembre de 2017

Reseña: Justicia, de Gerardo Laveaga


¿La corrupción es el problema del sistema de justicia en México o el problema es el mismo sistema de justicia? El asesinato de una joven estudiante de secundaria es el punto de inicio de la novela del Abogado, escritor y académico mexicano Gerardo Laveaga, Justicia y a través del cual tanto el autor como el lector encuentran respuestas a esta pregunta. 

El asesinato de Lucero Reyes sería un caso más entre las decenas de asesinatos que se dan diariamente en el Distrito Federal y los miles que se dan en el país si no fuera por un detalle: El cadáver de la joven es encontrado en un parque mientras se celebraba un evento político con la presencia del Jefe de Gobierno capitalino. 

A partir de aquí surgen una serie de eventos que entrelazarán la vida de los distintos personajes que toman parte la historia mientras ésta se desarrolla. La ética, moral, religión, educación, experiencia, pericia, maldad, cobardía, valor y coraje de cada uno de los protagonistas así como la eficacia del ámbito académico, sucesos recientes con cierto toque de realidad, temas de discusión actual como lo son la eutanasia y los derechos humanos y el pésimo funcionamiento del sistema judicial en México son ilustrados de una manera cruda y realista en la novela de Gerardo Laveaga. 

La historia inicia con el procurador de justica del Distrito Federal Federico Ballesteros quien es el encargado de resolver el caso que se ha propagado gracias a la cobertura desmedida de los medios. Los errores de eventos pasados y la presión por parte de sus superiores provoca en el otrora profesor y defensor de los derechos humanos, la necesidad de capturar y presentar al culpable de este homicidio con el fin de calmar a una sociedad que ya exige su cabeza. 

Paralela a esta historia se encuentra Eric Duarte, un enfermero condenado a 40 años de prisión por practicar eutanasia a su madre enferma, quién es contactado para una oportunidad única de reducir su condena a la mitad.

Aquí es donde aparece Rosario, una joven estudiante de secundaria y mejor amiga de Lucero. Ella conoce al verdadero culpable de la muerte de su amiga y desea que se haga justicia castigando al culpable y liberando al inocente, aunque su falta de conocimiento sobre con quién acudir la lleva hasta la suprema corte donde se encontrará con Emilia Miaja, una estudiante de la Escuela Libre de Derecho de buena posición y con contactos que se encuentra en un debate entre si estudiar Derecho o seguir con sus clases de Música que es lo que verdaderamente le apasiona.

La vida de Emilia y la de Rosario se cruzan para tratar de hacer justicia por la muerte de Lucero Reyes. A partir de aquí, Emilia y Rosario inician una aventura para lograr que el verdadero culpable esté tras las rejas, en el cual se encontrarán con la intervención de ministros corruptos y trámites burocráticos así como el contexto político que el caso arrastra. Sin embargo, Justicia no trata del caso de asesinato de Lucero Reyes, el autor realiza a través de la novela, una sátira del sistema penal y de como se realiza realmente la impartición de justicia de la nación. 

Una ficción contemporánea con ciertos tintes de realidad mediante el cual Gerardo Laveaga aprovecha a exponer el sistema de justicia penal mexicano al tiempo que expone las ideas de los académicos tradicionales que se oponen al nuevo sistema de justicia de México. De igual forma, el autor analiza la vida académica de las escuelas de derecho en México criticando el actual sistema de enseñanza que se imparte en todas las escuelas de derecho del país creando abogados que trabajan para el mayor postor, dejando de lado el prestar un servicio a la sociedad y de ayudar a su cliente para  simplemente ganar reputación.

La adición y visión del autor sobre la forma en la que se maneja la justicia en la Suprema Corte de Justicia de la Nación es uno de los puntos fuertes de la novela presentando al máximo tribunal de justicia de México y la cabeza del poder judicial de la federación, cometiendo arbitrariedades y solapa los intereses de grupos empresariales, pisoteando la constitución y repartiendo justicia al mejor postor. Los ministros utilizan su posición para realizar alianzas con el fin de conseguir sus objetivos o simplemente desprestigiar a alguno de sus enemigos. ¿ficcion o realidad?

En conclusión, Justicia no es más que una novela de ficticia en el cual se presenta una realidad negativa del país además de que a través de ésta, realiza una denuncia de las injusticias que se cometen dentro del sistema penal de nuestro país, donde las leyes escritas en la Constitución significan lo que sus intérpretes quieren que signifiquen y en donde cada uno hace lo necesario para proteger sus propios intereses. ¿La corrupción es el problema del sistema de justicia en México o el problema es el mismo sistema de justicia? Quizás y es la propia cultura de la sociedad del país el problema, Justicia nos presenta una ficción muy realista de como se resuelve un caso de interés público, en el cual, cuando una sociedad exige que se haga justicia, no se hace justicia si no que se fabrica justicia. 

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